Impact saca empate en el Azteca ante el América en final de CONCACAF
- clickdeportivo
- 23 abr 2015
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América está contra las cuerdas, en una crisis futbolística áspera y que sólo en encontró un poco de sosiego al empatar de forma dramática 1-1 la Final de ida de la Concachampions ante el Impact de Montreal. Esta vez se requerirá de todos los milagros azulcremas juntos para erigirse monarca del área.
Las Águilas se acordaron de la intensidad hasta los minutos finales, hasta que Oribe Peralta empató al 88' un juego que iban perdiendo desde el 16' a través de Piatti. Sólo en los cinco minutos finales lograron meter al rival en su área, cercarlo, moverle el balón, pero su carencia de buen futbol imposibilitó una bravía reacción.
Y no es que el cuadro canadiense fuera un torbellino, pero no se espantó ante la magnitud del Estadio Azteca, jugó sobrio, bien parado, sin dejar al mano a mano a sus defensas y con un par de demonios al frente: la velocidad de Dominic Oduro y la inteligencia de Ignacio Piatti.
Fue este último el que abrió el marcador al 16' y se perdió otra muy clara al 27', entonces el pánico escénico invadió a los de Coapa tras recordar que apenas el sábado pasado fueron goleados 4-0 por Querétaro en su propia casa.
El equipo no arranca, no funciona. Pellerano no es el hilo conductor, Darwin Quintero se pierde con facilidad, Michael Arroyo no profundiza y Benedetto abanicó las que sí metió frente al Herediano.
Algo anda tan mal en Coapa que el propio Gustavo Matosas fungía de recogebalones para provocar alguna reacción en sus pupilos, quienes parecían inertes a excepción de Rubens Sambueza, ya que si no es él, nadie más genera.
Osvaldo Martínez debió salir expulsado tras faulear a Oduro cuando se enfilaba como último hombre al marco de Muñoz. Ni ese craso error arbitral descompuso a los canadienses, quienes por cierto, son último lugar de su conferencia en la MLS.
La gente gritaba "Turco, Turco", en alusión a Antonio Mohamed cuando cayó el empate agónico de Oribe que sirve para mantener las esperanzas, aunque América deberá empezar a jugar a algo que no sean sólo pelotazos si es que no quiere escenificar uno de los peores fracasos de su historia en Montreal.

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